25 mar 2011 • Research for Traders
A partir de los trágicos acontecimientos ocurridos en Japón y su consecuente crisis nuclear, han puesto en vilo al mundo entero. Antes de la catástrofe de Fukushima, el planeta parecía encaminarse hacia un renacimiento de la energía nuclear, ya que surgía como una solución a las preocupaciones sobre la seguridad energética.
El mayor desarrollo se ha registrado en los países emergentes, aunque algunos desarrollados como los EE.UU. y Reino Unido prevén reemplazar las centrales antiguas o aumentar su capacidad.
Sin embargo, muchos han puesto paños fríos al desarrollo de este tipo de energía, por la preocupación respecto a la seguridad y la oposición popular, además de anunciar revisiones en sus políticas, surgidas de la ya conocida situación ocurrida en Japón. Así, el gobierno alemán ha cerrado temporalmente sus mayores centrales nucleares, incluso China ha aplazado la aprobación de nuevas plantas.
Existen dos razones fundamentales para pensar que el panorama mundial en cuanto a un desarrollo de la energía atómica cambie considerablemente el marco del mercado energético.
En primer lugar, según estimaciones de la Agencia Internacional de Energía (AIE), en los próximos 20 años se espera que la generación atómica crezca sólo el 20%. A su vez, las consecuencias sobre un posible desastre nuclear llevarían a muchos países a tomar medidas más drásticas y duraderas sobre su producción nuclear, y no sólo limitaciones temporales a la expansión.
En este sentido, China planeaba incrementar el 45% su la producción en los próximos 20 años, sin embargo, las medidas tomadas en las últimas semanas referidas a la suspensión de la aprobación de construcción de nuevas centrales, ponen en duda que el gobierno continúe con su programa.
Por su parte, los EE.UU. han planteado la revisión de las ubicaciones geográficas donde están instaladas las plantas nucleares, pero manteniendo el compromiso con el crecimiento de la capacidad nuclear.
Proyección de nueva capacidad de energía nuclear: variación porcentual, 2008-2030
El caso de Fukushima plantea la necesidad de evaluar las centrales que se encuentran en regiones propensas a sufrir terremotos y no poner en duda la condición de seguridad como tal, aunque claramente tendrá un impacto negativo en el sector.
Igualmente, cualquier reducción en la ambición atómica será positiva para las fuentes alternativas de energía, tales como el carbón y el gas. También, debe haber un impulso para las renovables necesarias para llenar algunas de las diferencias en el cumplimiento de los objetivos de emisiones de carbono. El petróleo debería ser poco afectado, ya que no se utiliza mucho para la generación de electricidad.
Las energías renovables
Para poder satisfacer las necesidades energéticas de las economías emergentes y del mundo todavía en desarrollo es necesaria una revolución global tecnológica e integración. La (AIE confirma que las emisiones de carbono deberían reducirse a la mitad para 2050 y las energías renovables deben jugar un papel cada vez más relevante.
Menos emisiones de carbono del sector eléctrico es un importante objetivo e implica un mayor uso de energías alternativas, que se estima que pase de 19% en 2008 a 45% en 2035.
Las energías renovables tomarán relevancia importante en el sector transportes, calefacción y refrigeración. Se estima que el uso de los biocombustibles en el transporte se expanda ocho veces el nivel actual.
Según el escenario potencial desarrollado por Desarrollo Tecnológico de Energía Renovable (RETD), estas se convertirían en la fuente más importante en algún momento entre 2030 y 2040, cuando pase a ser el 50% de todos los suministros de energía primaria, frente a alrededor del 20% hoy en día.
A pesar de esto, sin una acción urgente el costo de cumplir el objetivo de limitar a dos grados el aumento de la temperatura mundial por el calentamiento global es mayor cada año.
La AIE calcula que las inversiones necesarias para descarbonizar la combinación energética global ha aumentado en 1.000 millones de dólares en el último año. Los encargados de diseñar las políticas del sector tienen que actuar, ahora, si este objetivo se pretende alcanzar.
Es sumamente necesario que el desarrollo de estas alternativas para controlar las emisiones de gases. Aunque los beneficios no están cuantificados, el RETD justifica en este sentido la acción política sostenida.
Por eso, las energías renovables son un atractivo foco de inversión. El despliegue de estas energías en el corto y mediano plazo extenderá las capacidades de todas las partes interesadas del sector.
Entre los ETF del sector se destacan el PowerShares WilderHill Clean Energy (PBW), Market Vector Global Alternative Energy (GEX), First Trust Nasdaq Clean Edge (QCLN), Claymore/SWM Canadian Energy Income Index (ENY), PowerShares Global Clean Energy (PBD), Market Vectors Nuclear Energy (NLR), Market Vectors Solar Energy ETF (KWT), First Trust Global Wind Energy Fund (FAN), PowerShares Global Nuclear Energy Portfolio (PKN), Claymore/MAC Global Solar Energy Index ETF (TAN), iShares S&P Global Nuclear Energy Index Fund (NUCL), iShares S&P Global Clean Energy Fund (ICLN).
En el transcurso de 2011, los estos instrumentos que replican la energía alternativa fueron los que tuvieron mayores rendimientos. Algunos han conseguido retornos mayores al 10% desde enero.